martes, 31 de marzo de 2009

Amigo Jorge Bucay

Ninguna respuesta.
¿Debería volver a buscarlo.....
sería mejor quedarme y esperar que llegue....
o más bien debería acelerar el paso para volver a encontrarlo más adelante?
Hace mucho tiempo que no me planteaba estas decisiones.
Había decidido allá y entonces dejarme llevar a su lado a donde el camino apuntara.
Pero ahora....
El temor de que estuviera extraviado y la preocupación de que algo le haya
pasado van dejando lugar a una emoción diferente.
¿Y si hubiera decidido no seguir conmigo?
Después de un tiempo me doy cuenta de que por mucho que lo espere nunca volverá.
Por lo menos a éste lugar.
La opción es seguir o dejarme morir aquí.
Dejarme morir.
Me tienta esa idea.
Desengancho los caballos y le pido al cochero que se apee.
Los miro, carruaje, cochero, caballos, yo mismo....
Así me siento, dividido, perdido, destrozado.
Mis pensamientos por un lado, mis emociones por otro, mi cuerpo por otro,
mi alma, mi espíritu, mi conciencia de mí mismo, allí paralizada.
Levanto la vista y miro al camino hacia adelante.
Desde donde estoy, el paisaje parece un pantano.
Unos metros al frente la tierra se vuelve un lodazal.
Cientos de charcos y barrizales me muestran que el sendero que sigue es
peligroso y resbaladizo....
No es la lluvia lo que ha empapado la tierra.
Son las lágrimas de todos los que pasaron antes por éste camino mientras
iban llorando una pérdida.
También las mías, creo........pronto mojarán el sendero........
(El Camino de Lágrimas, Jorge Bucay)

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