miércoles, 8 de abril de 2009

Sereis Fuertes

"Las personas que funcionan bien en este mundo son

las que al levantarse por la mañana buscan las

circunstancias que quieren, y si no las encuentran

las inventan."

(George Bernard, 1898).

Yo añadiré, que el día que un amigo mio me mandó

un vídeo de Nick, me sentía hundida y triste. Verlo

me sirvió para coger fuerzas y seguir.

Gracias Marc.

lunes, 6 de abril de 2009

Oda a su aroma


Suave mía, a que hueles, a que fruto,
a que estrella, a que hoja?.
Cerca de tu pequeña oreja
o en tu frente me inclino,
clavo la nariz entre tu pelo
y la sonrisa buscando,
conociendo la raza de tu aroma:
es suave, pero no es flor,
no es cuchillada de clavel penetrante
o amabelo aroma de violentos jazmines,
es algo, es tierra, es aire,
maderas o manzanas,
olor de la luz en tu piel,
aroma de la hoja del árbol de la vida
con polvo de camino y frescura
de matutina sombra en las raíces,
olor de piedra y río,
pero más cerca de un durazno,
de la tibia palpitación secreta de la sangre
olor a casa pura y a cascada,
fragancia de paloma y cabellera,
aroma de mi mano
que recorrió la luna de tu cuerpo,
las estrellas de tu piel estrellada,el oro, el trigo,
el pan de tu contacto,
y allí en la longitud de tu luz loca,
en tu circunferencia de vasija,
en la copa,
en los ojos de tus senos,
entre tus anchos párpados
y tu boca de espuma,
en todo dejó,
dejó mi mano olor a tinta y selva,
sangre y frutos perdidos,
fragancia de olvidados planetas,
de puros papeles vegetales,
allí mi propio cuerpo
sumergido en la frescura de tu amor, amada,
como en un manantial
o en el sonido de un campanario
arriba entre el olor del cielo
y el vuelo de las últimas aves, amor,
olor, palabra de tu piel,
del idioma de la noche en tu noche,
del día en tu mirada.
Desde tu corazón sube tu aroma
como desde la tierra la luz hasta la cima del cerezo:
en tu piel yo detengo tu latido
y huelo la ola de luz que sube,
la fruta sumergida en su fragancia,
la noche que respiras,
la sangre que recorre tu hermosura
hasta llegar al beso
que me espera en tu boca.
(Nuevas odas de Pablo Neruda 1956)